Botas de piel

Las botas de piel suelen ser una apuesta firme por un producto que debería durarnos varios años o temporadas. Suele ser una inversión importante y es un calzado que queremos aprovechar al máximo y mantener en las mejores condiciones. Son cómodas, pegan con muchos y muy distintos estilos y las podemos utilizar en diferentes ocasiones, siempre adaptándonos a las circunstancias.

Además, en cuanto a los diseños, el mercado nos ofrece un montón de opciones diferentes. Distintos largos, formas, con o sin tacón, hebillas, apliques etc…y claro ¡el material! La piel es un material muy aceptado por su resistencia y su protección ante las temperaturas, tanto da si es piel natural como si es piel sintética.

Así que una vez hayas adquirido tus botas, lo primero que debes de tener en cuenta es el material del que están hechas. Cada material supone unos cuidados diferentes que debemos tener en cuenta para mantener nuestras botas en las mejores condiciones. Si tenemos un poco de cuidado, unas botas de piel nos pueden durar prácticamente ¡toda la vida!

Es por eso que nos hemos decidido a recopilar y ofrecerte una serie de consejos para que, dependiendo del tipo de piel de tu bota, puedas mantenerlas en las mejores condiciones y disfrutarlas por mucho tiempo. Lee atentamente y seguro que agradeces la información, o ¡al menos tus botas lo harán!

• Limpiar la suciedad con un cepillo, paño húmedo o toallita hidratante.

• Aplicar regularmente un poco de grasa de caballo o similar.

• Para sacar brillo, aplicar crema para la piel neutra y frotar con un trapo.

• Si se mojan las botas, dejar secar (nunca cerca de una fuente de calor) y aplicar grasa.

Si has decidido comprar unas botas de piel, o has heredado un par de ellas, deberás seguir esos tres sencillos pasos para mantenerlas en perfectas condiciones. Además de lo que acabamos de contarte, algunos fabricantes aconsejan dar al calzado un tratamiento impermeabilizante antes de empezar a utilizarlo. Impermeabilizar tus botas evitará que el agua llegue dentro del zapato y conseguirá que la humedad no dañe el exterior.
Este tipo de tratamientos son aptos para pieles naturales o sintéticas, para el ante y también podrás aprovechar el producto para las zapatillas y otros tipos de calzado que tengas en tu hogar.

• Usar un cepillo para limpiar el polvo y la suciedad acumulada sobre la bota.

• Usar toallitas húmedas o crema especial para este tipo de pieles.

• En el caso de que se manchen, usar grasa de caballo sobre toda la bota para mantener el tono.

• Si se mojan las botas, dejarlas secar (nunca cerca de una fuente de calor) y aplicar la grasa de caballo.

• Usar un paño húmedo para limpiar la suciedad acumulada sobre la piel.

• Usar toallitas hidratantes o betún del mismo color de la piel.

• Cepillar hasta conseguir el acabado deseado.

• Si se mojan las botas, dejarlas secar (nunca cerca de una fuente de calor) y aplicar la grasa de caballo.